“Somos los únicos que asumimos el riesgo de modernizar las fincas y las devolvemos a pleno rendimiento”
Pablo Vega tiene más de 20 años de experiencia profesional en empresas del sector agrícola, sobre todo en el ámbito gerencial, así como en el área comercial y en la explotación de fincas agrícolas. Después de 15 años en la empresa de servicios agrícolas CBH —7 como director financiero y 8 más como gerente— fichó por MAT Holding hace un año para impulsar el proyecto de modernización de fincas TerraNostra. Este cordobés es la cuarta generación de una familia dedicada a la agricultura.
¿Qué es TerraNostra?
Es el nuevo proyecto de MAT Holding que nace con el propósito de dar acceso a la gestión agrícola integral, moderna y sostenible a todos los agricultores y las agricultoras, con el objetivo de revitalizar las zonas rurales y garantizar el futuro de la profesión. Los acompañamos en la modernización de sus fincas aportándoles rentabilidad y conocimiento de las técnicas y soluciones más innovadoras.
¿En qué consiste esta modernización?
Transformamos las fincas de cultivos tradicionales a cultivos de alto valor. En la actualidad, nos centramos en fincas con un tamaño medio de 40 ha. En paralelo, modernizamos la forma de trabajar, dando al agricultor acceso al conocimiento agronómico y a las mejores tecnologías que integran plataformas de digitalización como VEGGA, que permiten la toma de decisiones basadas en la obtención de datos e información a tiempo real.
«Nuestro objetivo es modernizar las fincas, revitalizar las zonas rurales y garantizar el futuro de la profesión»

¿Qué diferencia TerraNostra de otros transformadores agrícolas?
Respetamos la propiedad de la tierra y el trabajo del agricultor. Nuestro modelo de negocio está alejado del de bancos y grandes transformadores pues somos los únicos que asumimos el riesgo de modernizar las fincas y las devolvemos a sus propietarios a pleno rendimiento con unos plazos de explotación muy inferiores a los que ofrecen otros transformadores, mientras recuperamos la inversión con las producciones obtenidas tras la modernización. Además, buscamos la mejora continua implantando las mejores soluciones del mercado.
¿Qué papel juega el agricultor en este modelo?
Vamos de la mano y nos mojamos con él, acompañándolo y asesorándolo de principio a fin. Si quiere, puede formar parte de las labores del cultivo, cobrando por ello. Lo incorporamos en el proceso de modernización y compartimos con él nuestro conocimiento y experiencia. Además, durante este periodo, le garantizamos una renta similar a la que obtenía con la explotación de los cultivos tradicionales y el revalorizamos su patrimonio.
«Respetamos la propiedad de la tierra y el trabajo del agricultor»

¿Cuál es la ventaja hacerlo así?
Normalmente, el agricultor que teniendo una finca apta para la transformación no ha dado el paso ya suele ser por dos motivos: por una parte, no quiere o no puede asumir el riesgo financiero de realizar la inversión y, por otra, tiene miedo a manejar nuevos cultivos con prácticas agrícolas distintas a las que ha venido usando hasta ahora.
Ambas cuestiones quedan resueltas con nuestro modelo, cuyo objetivo es profesionalizar y modernizar la agricultura en manos de sus protagonistas, implicándolos en la revolución agrícola en la que el sector está inmerso.
También es la manera de devolver a los propietarios la confianza en sus fincas como fuente de ingresos, y de atraer y retener a las nuevas generaciones a las zonas rurales con un modelo agrícola de futuro que nos permite revitalizar el campo.
¿Cómo surge la idea de este proyecto?
TerraNostra nace del ADN agrícola del Grupo MAT Holding y de su enfoque a los agricultores, sobre todo a los pequeños y medianos, para facilitarles el acceso a las técnicas agrícolas modernas. Desde sus orígenes, hace ya más de 85 años, MAT Holding trabaja con ellos a través de IQV, la marca de sanidad vegetal del Grupo líder mundial en sales de cobre, y desde hace más de 40 años con Regaber, líder en la Península en riego por goteo y distribuidor en exclusiva de Netafim.

¿Qué caracteriza a vuestros clientes?
Son propietarios que sienten verdadero apego a la tierra y quieren conservar sus fincas con la máxima rentabilidad y flexibilidad, muchas veces implicándose y siendo parte activa en su transformación.
Pero, como decíamos antes, no pueden o no quieren correr el riesgo que implica invertir en la modernización de sus fincas. Además, les faltan conocimientos y herramientas modernas para la gestión de sus cultivos. En TerraNostra encuentran a un socio que se adapta a sus necesidades y a las características específicas de sus fincas.
¿Cómo se plasma esta flexibilidad?
Antes de transformar una finca, estudiamos las características de la misma, todos los aspectos (climáticos, edafológicos e hidrológicos) que puedan influir en la productividad de la explotación y definimos la inversión a realizar para optimizarla. Posteriormente, nos adaptamos a las necesidades del/la propietario/a y fijamos el plazo de devolución en función de todos estos factores.
«Nuestros clientes sienten apego por la tierra y quieren conservar sus fincas con la máxima rentabilidad»
¿Qué tipo de fincas estáis modernizando?
Actualmente, tenemos el foco puesto en fincas de regadío medianas y pequeñas, para tener un tamaño medio de explotación de alrededor de las 40 ha dedicadas a cultivos anuales que nos permita ser eficientes en la gestión.
¿Cuántas hectáreas pretendéis gestionar?
En 2023 tenemos el objetivo de gestionar 1.000 ha. En 2022 empezamos a modernizar tres fincas ubicadas en Vegas Altas (Extremadura), con un total de 100 ha de almendro en seto y la idea es extendernos poco a poco en otras zonas de la Península. Esta primavera empezamos a transformar dos fincas de arroz que suman unas 140 ha en la misma zona. Una de ellas la transformaremos en olivar, con lo que será la primera finca que tengamos de este cultivo, y en la otra pondremos almendro intensivo.
¿Por qué confiáis en el cultivo en seto?
Porque tenemos claro que la modernización es básica para el desarrollo de la agricultura. Este modelo permite una alta mecanización de los cultivos leñosos, consiguiendo mayor eficiencia, rentabilidad y sostenibilidad, ya que necesitamos menos recursos para producir lo mismo.
¿Qué tipo de nuevas tecnologías estáis implementando en la gestión de los cultivos?
Para hacer eficiente y sostenible la gestión de nuestras fincas, es imprescindible un alto nivel de digitalización de todos los procesos, que nos permita tomar decisiones apoyadas en información obtenida de los propios cultivos. Implantamos la mejor tecnología disponible en cada fase del proyecto: desde la realización de mapeos georreferenciados para el diseño del riego y la aplicación de enmiendas, previas a la plantación, en la fase de transformación, a la incorporación de sensores de medición en continuo para la gestión de la fertirrigación.
¿Puedes concretar más?
A modo de resumen, tenemos estaciones agroclimáticas, sensores de planta y sensores de suelo que nos permiten monitorizar el riego, comparando las necesidades teóricas con las aportaciones de agua realizadas y viendo la respuesta de la planta.
Para el análisis nutricional, usamos sondas de succión que nos permiten planificar y revisar los planes de abonado de manera individualizada en cada finca.
Para la aplicación de fitosanitarios, empleamos atomizadores con tecnología de precisión para regular el volumen de caldo a aplicar.
En fin, usamos las nuevas tecnologías con el objetivo de tener datos fiables en la toma de decisiones y revisar los procesos en los distintos planes de trabajo en las fincas.
«Ya contamos con 240 ha de almendro y olivar en transformación»
¿Todo ello lo hacéis con VEGGA?
Sí. VEGGA es la plataforma digital con la que podemos gestionar de forma integral los cultivos gracias al módulo de gestión del riego, en función de las necesidades climáticas de la parcela; el de fertilización, que controla los paneles de fertilización establecidos en las fincas; el de control de plagas y enfermedades, que aporta recomendaciones para próximas aplicaciones en función del histórico; y el de clima-planta-suelo, en el que tenemos las gráficas de gestión de toda la sensórica de la finca.
Por otra parte, gracias al módulo de gestión de explotaciones, analizamos el rendimiento y el coste económico de las labores para rentabilizar las fincas y también nos ayuda cumplir con los requisitos del cuaderno digital de explotación, establecidos en la normativa de la PAC.
¿Qué necesita el sector para modernizarse?
La revalorización y dignificación de la profesión de agricultor es un proceso fundamental en la modernización del sector. El sector primario, y muy especialmente el agrario, ha salido fortalecido de los convulsos tiempos de pandemia que hemos vivido, pero se sigue considerando de bajo perfil en el desarrollo profesional de los jóvenes, y esto hay que revertirlo.
¿Cómo imaginas la agricultura dentro de 10-15 años?
Mucho más exigente y respetuosa con el medio ambiente a la hora de aplicar productos, como fitosanitarios y fertilizantes, y más sostenible en el uso de recursos naturales como el agua.
En este ámbito, uno de los grandes saltos es el creciente respeto a la microbiología del suelo. Ya estamos pasando de una agricultura de aportación hacia una agricultura más respetuosa con los elementos presentes naturalmente en el suelo.
La agricultura del futuro también ha de ser sostenible nivel socio-económico, siendo un motor imprescindible para el enraizamiento de la población en las zonas rurales y la revitalización de las mismas.